Este proyecto tiene la intención de modificar los constructos sociales que rodean el bazuco (piedra), utilizando el comercio ambulante como puente del discurso, donde el perifoneo será el detonante del ejercicio plástico. Parte de una perspectiva inverosímil, donde se proyecta en la calle una posible situación ficticia en la que quien la escucha por un momento se auto abstrae se su realidad. Por medio de un recorrido se expone un pregón sobre el bazuco y a los transeúntes se les entrega una reflexión sobre la experiencia del habitante de calle con el bazuco, además un instructivo cáustico de cómo se deconstruye una pipa de bazuco y se arma un carrito de juguete.

En la Voz: Miguel Rincón
Cámara: Diego Vega.
Colaboración: Jessica Contreras, Carolina Sánchez.

Música: Amor y Control – Rubén Blades.
Dekadencia – Eskorbuto.